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Estudia el clima

El primer paso en el proceso de diseño es estudiar el clima del lugar donde se encuentra el edificio, porque esto influye directamente en el comportamiento de la fachada. La exposición al sol, la humedad, la lluvia y el viento son factores clave en el proceso de envejecimiento de la madera expuesta a la intemperie. Por ejemplo, cuanta mayor radiación solar reciba una fachada, antes se van a notar los signos de la fotodegradación en ella. Por ello una fachada orientada al norte siempre se pondrá gris más rápido que la fachada orientada al sur. Otro ejemplo es un lugar crítico donde se combina una gran cantidad y frecuencia de lluvias, con una humedad ambiental elevada y temperaturas suaves, en cual los hongos de pudrición viven más confortables. Como existe un mayor riesgo de desarrollo de hongos en estas zonas se deberá prestar especial atención al diseño de la fachada y sus detalles poniendo en práctica las siguientes claves: favorecer una evacuación rápida del agua de lluvia, evitar la acumulación de agua y facilitar el secado a través de la ventilación.

Configuración de revestimiento

El segundo paso es la selección de la configuración del revestimiento. A la hora elegir la configuración del revestimiento, el aspecto estético es importante, pero no se deben dejar de lado criterios como el clima de la zona o la exposición al sol y a la lluvia. Por ejemplo, en un revestimiento horizontal, debido a la gravedad, el agua evacúa más lentamente que en una fachada con revestimiento vertical. Hay mayor riesgo de que el agua se filtre por los huecos y derive en problemas de moho y deformaciones. Por otro lado, la instalación suele ser más sencilla y económica. El revestimiento vertical es óptimo porque sigue la dirección general de la lluvia y es más sencillo de limpiar.

Seleccione el perfil

Después de estos dos primeros pasos es el momento de elegir el tipo de perfil que encaja en el proyecto. Hay una amplia gama de productos en el mercado, desde sencillos listones, cepillados en cuatro caras hasta paneles más elaborados, por ejemplo imitando listones (Luna Triple). Esta elección no solo depende de cuestiones visuales, sino también de las dimensiones, precios, tiempos de entrega, etc.

Decida la subestructura

Cuando sepamos que tipo de perfil de revestimiento vamos a usar, debemos pensar en la subestructura, es decir la parte donde fijamos el revestimiento. Para las tablas o listones de madera termotratada es recomendable usar rastreles de madera (tratada o madera durable) o estructura metálica (de acero inoxidable o aluminio).

Se recomienda proteger el muro soporte de filtraciones de agua y aire mediante una lámina impermeable transpirable, impermeable al agua de lluvia y transpirable al vapor de agua, con sus empalmes encintados según indicaciones del fabricante. Esta lámina se coloca antes de la instalación de la subestructura de fachada.

En el caso de la madera termotratada se recomienda fijar las tablas en cada 60 cm con un tornillo de acero inoxidable (si las tablas tienen un ancho de igual o menos de 140 mm) o con dos tornillos si las tablas tienen un ancho superior a 140 mm. La cámara de ventilación debería ser como mínimo 42 mm de profundidad en el caso de las tablas instaladas horizontal y 30 mm + 30 mm (= 60 mm) en el caso de doble-rastrel (tablas en vertical). Los rastreles de madera deberían ser de madera tratada con productos protectores para una especie durable adecuada para clase de uso 3.2. y tener suficiente resistencia mecánica para resistir el peso del revestimiento.

TRES REGLAS A SEGUIR CON EL REVESTIMIENTO LUNAWOOD

En cuanto a los detalles constructivos de los revestimientos, hay algunas reglas que hay que respetar para que el revestimiento dure muchos años en buenas condiciones.

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Garantizar la ventilación y el drenaje entre el soporte y el revestimiento. La clave para tener una fachada de madera que dure mucho tiempo es tener suficiente cámara para ventilación y drenaje entre la estructura y el revestimiento. En el caso que queramos usar las tablas de madera termotratada en orientación vertical, necesitaremos doble-rastrel para garantizar la ventilación y drenaje.

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Proteger las testas de la madera. Es recomendable proteger las testas de la madera cuando quedan totalmente expuestas a la intemperie. La mejor forma es protegerlas mediante un perfil de aluminio o madera que se puede cambiar más adelante. Siempre dejar huecos para la ventilación.

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Separar el revestimiento del suelo. En pavimentos que favorezcan la salpicadura del agua de lluvia y en zonas con elevada pluviometría, los perfiles de fachada se deben separar del suelo un mínimo de 300 mm. Colocando un manto perimetral de grava los perfiles de fachada se pueden colocar más cerca del suelo, respetando una distancia mínima de 200 mm. En caso de que se desee reducir la separación con el suelo, se recomienda utilizar una configuración de fachada horizontal que permita la sustitución de las tablas inferiores en caso de que sea necesario.

Para evitar la entrada de insectos y pequeños roedores a la cámara de aire se recomienda la instalación de una malla antiinsectos en fachadas con junta cerrada (fachadas con perfiles machihembrados o fachadas sin espacio entre listones).